Hoy en día es muy difícil compaginar trabajo, con cuidado de padres y madres, familiares o personas queridas, y en la mayoría de los casos supone un gran coste para la economía familiar.
Pero ese no es el mayor problema, también supone un cargo de conciencia dejar a nuestro ser querido con alguien al cual no conocemos y del que solo tenemos escasas referencias.
Realmente no queremos dejarlos en una residencia, más en estos tiempos de incertidumbre sanitaria, por lo tanto los familiares tienen que hacer un gran esfuerzo para cuidarles, lo que supone un gravamen en su día a día familiar y su economía.